Distancia: 26 kms
Señalización: se puede perder la señalización.
Se sale de Lubián por una pista de hormigón hasta el “Santuario de la Virgen de la Tuiza” que se ha quedado bajo el viaducto de la A-52. El Camino continúa subiendo serpenteando, cruzando varias veces por la Autovía, seguimos por una carretera abandonada que asciende hasta el puerto de “A Canda” a 1.262m., entrando ya en Galicia. “A Canda” es la primera población gallega.
Bajamos hacia la vía del tren, pasamos por un camino que tiene grandes losas de granito, para en caso de lluvia poder transitar por ellos, ya que son zonas encharcadas. Llegamos a “Vilavella”, pequeña población donde almorzamos en el Hotel-Spa Vilavella unos bocadillos de tortilla y beicon con unas cervezas y café, un gran desayuno.
Abandonamos el pueblo por un camino empedrado, entre robles y brezos, vamos cruzando prados, observando las vacas y los helechos. El paisaje va cambiando, llegamos a “O Pereiro”, que cruzamos rápidamente siguiendo las flechas por un camino que transita entre grandes rocas de granito. Por una carretera comarcal se cruza “O Cañizo” y tras 2 kms por un paso elevado que bordea por la trasera una pequeña central fotovoltaica entramos a A Gudiña.
A Gudiña: 750 habitantes, lo cruza la N-525 donde se encuentran todos los servicios. Pueblo de carretera.
Nos desplazamos al Albergue de la Xunta, después del aseo personal y el descanso volvemos a encontrarnos con el grupo de peregrinos, el irlandés, Miguel y la mujer de Canadá.
Sobre las 8 de la tarde fuimos a cenar al Mesón del Peregrino, regentado por un taxista. La cena consistió en ensaladas, caldo gallego, ternera y pollo.
El albergue se llenó, pues los peregrinos ciclistas aparecen como de la nada, a horas tardías, ya que realizan etapas de gran recorrido.
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