Distancia: 27 kms.
Duración aproximada: 6,30 horas.
Duración aproximada: 6,30 horas.
Señalización: Buena.
Salimos, como siempre desde Elche, a las 6,30 de la mañana con dirección a Yecla donde dejamos el coche (en la plaza de toros). Iniciamos la marcha sobre las 8 de la mañana con O grados. Vamos hacia un cruce que va a Montealegre, una carretera que seguiremos durante 3 Kms, hasta coger a la derecha un camino indicado como vía pecuaria. Todos los caminos están rodeados de grandes extensiones de viñedos. A las 9,30 hicimos la 1ª parada para tomar un café con leche del termo que habíamos preparado en casa, nos sentó de maravilla.
Seguimos avanzando siempre rectos hasta llegar al “Pulpillo”, antigua villa romana. A la izquierda se encuentra el monte “Arabi”, donde se han encontrado abundantes pinturas rupestres. Aquí paramos y realizamos el almuerzo del bocadillo, la parada será de 20 minutos.
Continuamos por la señalización y llegamos a “Casas de Almansa”, un pequeño núcleo de casas rurales situadas en medio de grandes viñedos. Rápidamente nos adentramos en la provincia de Albacete dejando atrás la comunidad de Murcia. Tras 3 Kms. por la carretera nos desviamos por un camino y cruzando un pequeño arroyo hacia la derecha, nos llevara tras pasar por los restos de un acueducto hasta “Montealegre del Castillo”.
Entramos en el pueblo por la C/. Alicante hasta desembarcar en la Avenida del Generalísimo, la calle principal del pueblo donde se encuentra la Iglesia de Santiago Apóstol (aquí sellamos las credenciales). En una cafetería al lado de la Iglesia, tomamos unas cañas y nos ofrecieron quedarnos en el Albergue recién inaugurado, pero antes había que llamar al concejal encargado para que nos diera las llaves. Esa noche eran las fiestas del Carnaval del pueblo.
Los vecinos de Montealegre son gente muy amables con los peregrinos. Marchamos a comer al “Hotel Cardú” de Montealegre.
La comida estuvo muy bien, quizás demasiado “colesterol”, careta de cerdo, “guarrillas” (que son morcillas), chuletas, huevos fritos con patatas, todo hecho a la brasa y queso manchego, todo regado con vino de la tierra, postres, café.
Compartimos mesa con algunos vecinos del pueblo que comentaron que cada vez pasan por el lugar más peregrinos andando y con bicicleta, y sobre todo a partir de ahora que hace buen tiempo.
Montealegre del Castillo es un pueblo acogedor, agrícola, tiene alrededor de 3.500 habitantes y muchos vestigios Jacobeos y una industria de tapicería de sillas y sofás. Cuenta con todo tipo de servicios.
Nos despedimos de todos y nos desearon “Buen Camino” para el resto de esta aventura. La próxima etapa será Montealegre- Horna.
