Etapa 17ª Cenicientos - Cebreros

Distancia 29 km.

Señalización: Buena, aunque se puede mejorar en algunos tramos.

Como siempre sobre las 6 de la mañana ya estábamos en pie, hacia bastante frío, nos pusimos en marcha buscando un Bar para poder desayunar antes de salir del pueblo, café con leche y 2 magdalenas.
El primer trayecto durante 6 kms fue por carretera, hasta llegar a “Cadalso de los Vidrios”, donde destaca el palacio del Castillo del Marques de Villena (un poco abandonado), seguimos en dirección a San Martín de Valdeiglesias, cruzamos la carretera 503 y a 200m a la izquierda tomamos la carretera que va hasta Ávila, entrando así en la provincia. Llegamos a la venta Judadera, donde se encuentran los famosos “Toros de Guisando”. Aquí se firmo en 1468 un famoso tratado entre el Rey de Castilla Enrique IV y su hermana Isabel la Católica, por el que se puso fin a la guerra entre ambos, reconociéndose a Isabel como Heredera.
Nos comimos una manzana entre los 4, no teníamos otra cosa.
Continuamos avanzando por una cañada, el Camino a veces desaparece, vamos entre prados, bosques y grandes bloques de granito. La lluvia hace su aparición y también un gran numero de vacas con sus terneros, que tenemos que ir apartando a nuestro paso. Un gran espectáculo para nosotros.
Seguimos por la derecha por un camino de hormigón, pasando junto a la Ermita de Valsordo (se celebra una romería el 1er. domingo de Mayo). Subiendo por los restos de una calzada llegamos a la población de “Cebreros”, fin del recorrido.
En Cebreros destaca la Iglesia Parroquial de Santiago, cuenta con una población de 3.500 habitantes y se encuentra a 759 m de altura. Destaca sus paisajes y rutas de senderismo y además sus vinos, muchos bosques de enebros, cipreses, rios….Además comentar que fue la cuna de D. Adolfo Suárez, presidente del Gobierno, aquí se encuentra el “Museo de la Transición”. Nos encontramos en plena Sierra de Gredos, desde lejos se observan los picos mas altos con nieve en las cimas.
Nos hospedamos en el “Hostal Castrejon”, 2 habitaciones dobles con desayuno, con calefacción, buen baño y muy buen precio. Nos aseamos un poco y pasamos al comedor, solo habíamos comido la cuarta parte de una manzana en todo el día. Cenamos sopa castellana, ensaladas, jamón, queso y carne a la piedra, con un buen vino y cervezas, mas los cafés. Un gran homenaje para recuperar fuerzas.
Después de traer el coche nos duchamos y descansamos. A Jesús el dueño del Hostal le entregamos como recuerdo una Dama de Elche, cosa que nos agradeció sinceramente.
Paseamos un rato por el pueblo, empezó a llover. Hicimos una pequeña picada (no cenamos) y decidimos dividir la próxima etapa en dos, cosa muy sensata, pues ir hasta Ávila directamente hubiera sido muy arriesgado ya que hay que subir 2 puertos. Compramos pan, queso, jamón y tomate para hacer unos bocadillos, así como fruta y unos zumos, por si acaso decidíamos aventurarnos.
Nos fuimos a descansar a la habitación del Hostal, nos comentaron que había otros peregrinos, 2 Alemanas que luego encontraríamos y 2 Italianas. Casi todos los peregrinos que están haciendo el Camino del Sureste son Alemanes, Franceses, Holandeses, pero son muy pocos, máximo había un grupo delante de nosotros de unos 12.
Quedamos a las 6 de la mañana para desayunar en la habitación de Miguel y Mariano ya que tenían microondas. Esa noche todos descansamos muy bien.